lunes, 30 de agosto de 2010
Maldito lunes
El viernes, antes que caiga la noche, se siente liberación: comienza el fin de semana, atrás queda el trabajo. Pero después de un sábado feliz, llega el domingo que es principio del fin; así como el viernes principia la alegría, el domingo, sobre todo el domingo antes que caiga la noche, principia la tristeza: termina el fin de semana, hay que ir al trabajo. Eternauta es una de las tantas personas a las que esta situación angustia: guiado por su sentir al respecto, se refiere al primer día de la semana anteponiéndole el tilde de maldito. Hacia 1984, Prince tenía en sus manos la canción "Manic Monday", es decir "Lunes maniáticos", y quería dársela a alguna banda: primero pensó en Apollonia 6 pero finalmente se la entregó a The Bangles; aparentemente, según cuenta la leyenda, a cambio de ello pretendía una cita con la cantante del grupo, Susanna Hoffs. "Manic Monday", que pertenece al segundo disco de The Bangles, "Different Light" que salió en 1986, es nuestro Alto Tema de la fecha. La canción, un pop de lo más divertido y entrañable musicalmente, como se supone relata las angustias de que se termine el fin de semana y haya que volver al trabajo, culpando de todo al maldito lunes. Oración aparte, por cierto, ameritan los coros que acompañan a la voz durante casi toda la pieza, destacándose como gran valor. Finalmente, y a continuación, el video de la canción. Se agradece, antes, al ingeniero Jean Chichè, que acercó oportunamente la sugerencia de esta obra.
viernes, 27 de agosto de 2010
Cómo recuperar la fe en el bien
Después de estoicos días de hacer sólo lo que hay que hacer, de hacer siempre lo correcto, lo bueno, aquello que aconsejaría el padre más justo, eso que estaría escrito en el libro que todos considerarían el camino de lo noble, se agotan, se acaban, se esfuman resignadamente las energías para continuar por ese sendero, así como así, repentinamente. Y, entonces, hay sólo una manera de retomar la fe en aquel trayecto: cometer la peor de las acciones, el más malo de los crímenes; bajar del cielo de la luz y descender al infierno de la oscuridad; alejarse por completo del bien, hasta identificarse con el más cruel de los rufianes. Y ahí abajo, entre angustia y desconsuelo, llanto y soledad; ahí abajo, sin cura confesor alguno, con un arrepentimiento que carcome y destruye el alma traicionada, se recupera la creencia del valor de hacer sólo lo que hay que hacer, de hacer siempre lo correcto, lo bueno, aquello que aconsejaría el padre más justo, eso que estaría escrito en el libro que todos considerarían el camino de lo noble.
martes, 24 de agosto de 2010
Esperando al 23
Me fui del trabajo casi huyendo, casi no: me fui fugándome, a toda marcha, sin saludar a nadie, harto de todo y de todos. Salí a la calle a toda velocidad, no con ganas de llegar a casa sino con el mero deseo de alejarme lo más lejos posible del yugo. Hacía frío, mucho. Caminaba como si fuese un auto en una autopista, esquivando gente, pasándola por derecha o izquierda, sin ninguna caballerosidad. Ya estaba llegando a la avenida donde me tenía que tomar el colectivo y vi a decenas de personas como yo esquivando a un ciego, haciéndose los distraídos para no ayudarlo a parar el colectivo que estaba esperando. El ciego, solo, con su bastón blanco, parecía otro poste al lado del poste del 23. Hice lo mismo que el resto: lo pasé de largo diciéndome que estaba muy apurado. Pero a los cinco pasos frené. A los cinco pasos pude parar. A los cinco pasos pude encontrarme.
-¿Te doy una mano?-le pregunté-Te aviso cuando llegue el colectivo y te lo paro.
-Muchas gracias. Ya debe de estar por llegar igual, hace un rato largo que estoy esperando.
El frío me hizo llorar y me endureció las orejas como dos hielos. Intenté sacarle algún tema para conversar un poco mientras aguardábamos, pero se mostró como un tipo de pocas palabras. Me quedé mirando hacia el horizonte, pensando en nada un rato. Ambos en silencio, un silencio incómodo, que cada vez se hacía más largo.
-Andá, ya me esperaste mucho-dijo finalmente.
-No, no, es un placer. Además no estoy apurado por llegar a ningún lado; estaba apurado sí por irme del trabajo.
A partir de ahí, entonces, comenzamos a charlar como lo hacen esas personas que intercambian sus primeras palabras y la mera intuición les hace advertir que congenian, que sus seres vivieron, piensan y sienten en una misma frecuencia, que no hace falta más que charlar un par de veces para saber que quieren conversar por siempre. Él era un hombre delgado, con los ojos celestes desorbitados y sinceros. Me preguntó de qué trabajaba, me contó de él: se recibió de abogado, pero dejó de ejercer luego de quedar ciego. Labura de cobrador en una obra social. Un trabajo muy ingrato repetía, por no decir un trabajo de mierda. Se animó a decir que era un trabajo de mierda finalmente. La gente le cortaba intempestivamente, lo insultaba, y su supervisora la tenía con él: siempre todo lo que hacía estaba mal, me contaba. Y soñaba con conseguir otro empleo. Le dije que ya iba a llegar, que tal vez era un momento. Me dijo que sí, que estaba de acuerdo, pero con risas me contó que este era un momento que ya llevaba tres años. Y me siguió hablando de su supervisora y, levantando la voz, me dijo que ya se había hecho respetar con ella. Una de las cosas por las que lo reta es porque él escucha los motivos por los que las personas no pagan la cuota, porque algunos no le cortan o lo insultan sino que le cuentan de los problemas económicos, familiares y hasta sentimentales que tienen, y él los escucha. La supervisora le dice que él no debe perder tiempo con eso: si un deudor no tiene el pago, por lo que fuese, él debe cortarle rápido y llamar a otro y así constantemente. En una hora debía de hacer como treinta llamadas. Pero él le explica que no puede hacer eso, que si alguien le quiere explicar por qué no paga debe escucharlo, por respeto, porque son personas. Y de repente apareció el 23. Le avisé, le frené el colectivo, nos palmeamos, me agradeció, le agradecí, nos deseamos suerte. Y regresé a mi casa con una sonrisa de oreja a oreja, ya en el olvido por completo mi estado de hartazgo y furia anterior; sonrisa de oreja a oreja porque hice un nuevo amigo. Te quiero, amigo. Ojalá nos volvamos a cruzar.
lunes, 23 de agosto de 2010
"Exhala lo malo, aspira lo bueno, exhala lo malo, aspira lo bueno"
Entre las grandes comedias que protagonizó Jim Carrey se encuentra "Tonto y retonto", que enseña las peripecias de Lloyd Christmas y Harry Dunne. Ambos viajan desde Providence hasta Colorado para devolverle su valija a la hermosa Mary Swanson, de la que Lloyd está perdidamente enamorado. La cuestión es que la valija contiene una fortuna en dólares, que se usaría para pagar la liberación del secuestrado esposo de Mary. Los secuestradores, entonces, van por los héroes del film. En una de las escenas, la preferida de este servidor, uno de los delincuentes, el temible Joe Mentalino, se hace pasar por un tipo que hacía dedo por la ruta para infiltrarse entre Lloyd y Harry; en el restaurante "Comida picante de Dante", Joe planea matar a sus enemigos con veneno para ratas en pastillas que tenía en su saco pero...
jueves, 19 de agosto de 2010
Restando puntos
A principios de junio, Mauricio Macri viajaba rumbo a los Tribunales de Comodoro Py, pero una manifestación de vecinos de la Villa 31 se interpuso en su camino; entonces, el Jefe de Gobierno solucionó el problema subiéndose a la moto de un muchacho que pasaba por ahí, luego de pedirle que lo llevara hacia su destino. Como se sabe, el suceso terminó con Macri pagando $ 135 de multa y perdiendo dos puntos del Sistema de Evaluación Permanente de Conductores, puesto que viajó sin casco.
Por cierto, y como de costumbre, el episodio dejó para el recuerdo algunos desaciertos del político: por un lado, cuando relató el suceso al periodismo, Macri se refirió a su salvador como "motochorro" en primera instancia y, por otra parte, se refirió a la protesta de vecinos de la Villa 31 como "un corte de los tipos de Moyano".
Recientemente, a través de Secreto Cero, Gabriel Michi informó que el ingeniero corre riesgo de continuar restando unidades en el Sistema de Evaluación Permanente de Conductores, ya que a mediados de junio -apenas una semana después de perder sus dos primeras unidades-recibió una nueva multa, en este caso por exceso de velocidad circulando por la Autopista Perito Moreno. Esta infracción, que estipula una quita de entre cinco y diez puntos, podría colocar en peligro la habilitación para conducir de nuestro Jefe de Gobierno; Dios no lo permita, ¿qué será de los porteños si Macri no puede salir de su casa, subirse al auto, llegar al trabajo y cuidar de nuestro bienestar y de nuestros intereses?
martes, 17 de agosto de 2010
Ser un mejor hombre
Hacia agosto de 2000, Robbie Williams publicó su tercer disco, "Sing when you´re winning"; dentro del mismo se encuentra nuestro Alto Tema de la fecha, "Better man". La hermosa balada, que tiene también versión castellana, es una súplica del músico a su ángel de la guarda y a Dios, pidiéndoles "tranquilidad, veranos", "mantenerlo lejos del daño" y "alguien que lo ame", ya que "necesita unos brazos sobre los cuales reposar". Según confiesa en la pieza, Williams también sufre porque se "está volviendo viejo antes de tiempo". A cambio de sus peticiones, el cantante ofrece madurar y jura estar "haciendo todo lo posible para ser un mejor hombre". Antes de proyectar al músico cantando en vivo "Better man", se dedica la canción al fanático más destacado suyo, Ricardo Iorio. Uno de los sueños de la voz de Almafuerte, según le contó a Rolling Stone en una reciente entrevista, es "cantar en castellano las canciones de Robbie Williams".
jueves, 12 de agosto de 2010
Cien años de amor
La profesora de literatura Sandra Sayago piensa que Gabriel García Márquez es un escritor de una sola buena obra; se refiere a "Cien años de soledad". Yo, que hasta hace poco de él sólo había leído la mitad de "Doce cuentos peregrinos", que abandoné porque no me gustaba, supuse que tenía razón: todo el mundo habla maravillas de esa novela. Sin embargo, recientemente le di otra posibilidad al autor colombiano, con "El amor en los tiempos de cólera" y, ya antes de finalizar la lectura, cambié de opinión: si es cierto que "Cien años de soledad" es un gran libro, cosa que espero verificar pronto, entonces García Márquez es un escritor no de una sola buena obra sino de dos.
"El amor en los tiempos de cólera" principia relatando los últimos días del honorable doctor Juvenal Urbino, junto a su esposa Fermina Daza; cuando él muere, comienza la verdadera historia de amor de la novela: al funeral asiste otro anciano, Florentino Ariza, y, en ese mismo momento, con la viuda llorando por su fallecido marido, éste le declara que la sigue amando con la misma pasión de hace más de cincuenta años. De ahí en más, la novela va hacia atrás en el tiempo y muestra cómo nació ese amor y por qué no murió jamás incluso aunque nunca se haya concretado y haya quedado atrás hace más de medio siglo; asimismo, en esta historia, su protagonista varón, Ariza, se erige acaso como el enamorado más grande de la literatura toda.
A continuación, se transcribe un fragmento de la obra, que ocurre cuando Florentino Ariza, de adolescente, recibe la orden de la entonces joven Fermina Daza de que no regrese más por ella hasta que se lo indique y, él, busca consuelo y cuidado en su madre, Tránsito Ariza. Es un pasaje para recordar porque, justamente, señala lo bello de ciertos dolores que aunque lastimeros casi mortales, cuando quedan en el olvido se los añora, se los extraña, se los llora por pasados e irrecuperables.
La ansiedad se le complicó con cagantinas y vómitos verdes, perdió el sentido de la orientación y sufría desmayos repentinos, y su madre se aterrorizó porque su estado no se parecía a los desórdenes del amor sino a los estragos del cólera. El padrino de Florentino Ariza, un anciano homeópata que había sido el confidente de Tránsito Ariza desde sus tiempos de amante escondida, se alarmó también a primera vista con el estado del enfermo, porque tenía el pulso tenue, la respiración arenosa y los sudores pálidos de los moribundos. Pero el examen le reveló que no tenía fiebre, ni dolor en ninguna parte, y lo único concreto que sentía era una necesidad urgente de morir. Le bastó con un interrogatorio insidioso, primero a él y después a la madre, para comprobar una vez más que los síntomas del amor son los mismos del cólera. Prescribió infusiones de flores de tilo para entretener los nervios y sugirió un cambio de aires para buscar el consuelo en la distancia, pero lo que anhelaba Florentino Ariza era todo lo contrario: gozar de su martirio.Tránsito Ariza era una cuarentona libre con un instinto de felicidad malogrado por la pobreza, y se complacía de los sufrimientos del hijo como si fueran suyos. Le había beber las infusiones cuando lo sentía delirar y lo arropaba con mantas de lana para engañar a los escalofríos, pero al mismo tiempo le daba ánimos para que se solazara en su postración.-Aprovecha ahora que eres joven para sufrir todo lo que puedas-le decía-, que estas cosas no duran toda la vida.
martes, 10 de agosto de 2010
Salmón podrido
Hacia fines de julio, el Parlamento de Cataluña resolvió la prohibición de las corridas de toros a partir del 1 de enero de 2012, poniendo fin entonces a una tradición de cinco siglos en esa región. De esta manera, la zona se convirtió en la segunda de España en prohibir esta actividad; en 1991, hace casi veinte años, las Islas Canarias ya habían hecho lo propio.
Elena Escoda, una de las integrandes de ¡Basta!, la organización que impulsó el petitorio que culminó con la histórica determinación, declaró luego: "Hoy ha sido el día que esperábamos, el día en que se ha abolido el sufrimiento de los toros con un proceso democrático y constructivo. Por fin se acaba con más de quinientos años de crueldad".
También, Escoda advirtió: "La abolición de las corridas de toros acaba de empezar", adelantándose a las reacciones de la Plataforma por la Defensa y Promoción de la Fiesta y el Partido Popular, que presentarán, paradójicamente, una solicitud de inhabilitación de la inhabilitación lograda. Justamente, temiendo un "efecto contagio" de prohibición de corridas de toros, Mariano Rajoy, presidente del Partido Popular, adelantó que propondrá a las mismas como de interés cultural. Por su parte, otro peso pesado del frente político en cuestión, Esperanza Aguirre, tildó de "liberticida" a la determinación que "pretende romper los lazos entre Cataluña y España" y -lo siguiente dicho sin sonrojarse- "no tiene nada que ver con la protección del medio ambiente ni con el maltrato animal".
Recientemente, los integrantes y partidarios de la Plataforma por la Defensa y Promoción de la Fiesta y el Partido Popular, junto con todos sus adherentes, sumaron un acalorado apoyo, en este caso de una voz del arte, puntualmente de la música. Se trata de Andrés Calamaro, que en un reportaje que concedió al programa español "BFN" dijo estar "avergonzado" de su "compatriota que juntó firmas para abolir esta tradición noble de mirar a los ojos, a la eternidad, el arte y la muerte, que son las corridas de toros", refiriéndose a Leonardo Anselmi, principal activista de la mencionada organización ¡Basta!, que nació en Rosario.
Antes de rematar su argumentación con una proclama improvisada en el viaje hacia el reportaje, el cantante se preguntó sin entender cómo podría ser que un argentino lidere esta prohibición: "Falta nada más que un uruguayo vaya a Valencia a prohibir la paella", explicó. Finalmente, entonces, el músico leyó la anticipada declaración en la que renunció al progresismo y que abajo se proyecta. Por cierto, Calamaro, no te vamos a extrañar: a los conversos no se los echa de menos; simplemente, y no más, se los desprecia.
lunes, 9 de agosto de 2010
viernes, 6 de agosto de 2010
Un tesoro intocable
Mi abuelo preparaba Lemoncello con suma dedicación; esterilizaba botellas de vidrio, rallaba limones, medía obsesionadamente el alcohol a utilizar y pasaba meses esperando que la bebida esté asentada y lista para consumir. A mí me encantaba el Lemoncello que preparaba; siempre que terminábamos de comer, él ponía sobre la mesa dos copitas y me hacía un gesto para que sacara una botella de su producción líquida del freezer. Y picaba la garganta un poco, pero era un pequeño dolor que valía la pena. Una vez, mi abuelo me regaló una botella de Gatorade pero llena de su Lemoncello. Al tiempo, una madrugada, mi hermano me despertó para decirme que nuestro abuelo había muerto. Hoy, a más de medio año de ese día, esa botella que me obsequió de su Lemoncello, de su último Lemoncello, descansa en mi freezer como un tesoro intocable. ¿Cómo tomarlo?, le preguntaba a mi viejo y a unos amigos, que me explicaban que mi abuelo me lo regaló justamente para que hiciera eso. Pero si me lo tomo, vasito a vasito, llegará un día en que no quedará más y esa parte de mi abuelo la perderé para siempre. Y no lo puedo permitir. Tal vez, esa botella me la lleve al más allá, cuando me llegue la hora, y buscaré a mi abuelo, ahí, en el otro mundo; él me estará esperando con sus dos copitas. Y volveremos a brindar.
lunes, 2 de agosto de 2010
De otra época
En la previa a la definición de la ley de matrimonio igualitario, en el calor del debate, Víctor Hugo Morales dijo que se podía hacer un perfil del pensamiento de una persona con una serie de preguntas de respuestas a favor o en contra: ¿a favor o en contra de la pena de muerte, del juicio a los dictadores, del aborto, del propio matrimonio entre homosexuales? El periodista piensa que, de modo inevitable, las contestaciones a estos interrogantes muestran, básicamente, cómo es el raciocinio de una persona.
En una entrevista con Radio 10, Eduardo Duhalde declaró que en 2011 ganará las elecciones presidenciales sin necesidad siquiera de ballotaje: "Yo me animo a decir, porque estoy absolutamente convencido, que las elecciones las vamos a ganar en primera vuelta".
Teniendo en cuenta, entonces, que nuestro próximo presidente será Duhalde -que él esté "absolutamente convencido" es argumento suficiente para creerlo- conviene ir conociendo cómo es su pensamiento y, para ello, se puede emplear el mencionado Método Morales.
- En relación a la pena de muerte, hacia noviembre de 1997, después de lo que se conoció como el triple crimen de Cipolletti, nuestro próximo presidente decía que cuando una sociedad se siente amenazada no debe dejar de considerar soluciones como ésta; anteriormente, en mayo de ese año, el por entonces gobernador de Buenos Aires, ya había propuesto lo mismo: "Estoy convencido de que en la Argentina debe analizarse esta posibilidad para castigar a homicidas y a los cabecillas de bandas de narcotraficantes".
- Al respecto del juicio a los militares, en marzo del corriente, nuestro héroe opinó: "Los juicios tienen que terminar, hay que mirar para adelante. El pueblo argentino debería votar en las elecciones de 2011 qué quiere hacer. El gobierno debe dejar de confundir entre crímenes de lesa humanidad y derechos humanos, no podemos esperar mucho más tiempo". Un mes antes, también, ya había pedido por un país para "el que quiere a Videla y para el que no".
- Sobre la despenalización del aborto, en el mismo reportaje en el que expresó que será Jefe de Estado el año que viene, dijo: "Tuve la posibilidad de ver un video del momento en que se intenta matar a un feto y la verdad que es terrible... es una persona y no estoy de acuerdo con el aborto. A veces hay cuestiones de pobreza y otras cuestiones que llevan a las mujeres a querer abortar. No estoy de acuerdo, lo rechazo".
- Por último, en relación a la ley de matrimonio igualitario recientemente promulgada por la presidente Cristina Fernández de Kirchner, Duhalde se manifestó en contra por "haber sido criado en otra cultura, de otra época; la de la casa, la madre, la abuela, la catequista del barrio y la maestra". Y amplió su pensamiento así: "No podemos ser hipócritas, es nuestra cultura. La rueda de la historia y el progreso en todos los aspectos, y esto no sé si es un progreso, lo marcan las nuevas generaciones. Y como dijo Ortega y Gasset somos generaciones que no estamos para hacer cambios".
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