El 8 de agosto comenzará el Torneo Apertura y lo más importante del mismo, a priori, no es quiénes son los candidatos al título sino que este podría ser el campeonato que marque el descenso de River a la Segunda División; como se sabe, al igual que Boca e Independiente, el equipo de Nuñez jamás bajó de categoría, en toda su historia.
En la tabla de los promedios, que es la que determina los descensos, River tiene 84 puntos y debajo suyo sólo hay tres equipos sin unidades porque, justamente, son aquellos flamantes ascendidos a Primera: Olimpo, Quilmes y All Boys. Por arriba del conjunto que dirige Ángel Cappa se encuentran Gimnasia y Esgrima La Plata y Arsenal con 92 puntos, Tigre con 94, Huracán con 95, Racing con 98 y Godoy Cruz con 102. Es decir que entre River y su primer competidor por la permanencia hay 8 unidades de distancia.
La situación del club, junto con Boca el más grandes del país, es consecuencia del bajo nivel de los jugadores que conforman su plantel desde hace varias campañas. Y la responsabilidad no es de esos futbolistas sino de los que los trajeron, los dirigentes. ¿O acaso algún simpatizante de River, o cualquier espectador de fútbol, esperaba algo más del grupo de jugadores que llevaron al club a este momento? Ahora, de cara a este compromiso que, como se dijo, representa la nefasta ocasión de bajar a Segunda por primera vez, los directivos incorporaron a los siguientes profesionales: Carlos Arano, Josepmir Ballón, Jonathan Maidana, Walter Acevedo, Leandro Caruso, Juan Pablo Carrizo y Mariano Pavone.
La alineación titular que empleará el conjunto estaría confirmada en la línea defensiva, con Carrizo en el arco y una línea de cuatro compuesta por Pablo Ferrari, Maidana, Alexis Ferrero y Arano. Después, para el mediocampo hay una lista de aspirantes: Ballón, Acevedo, Rodrigo Rojas, Facundo Affranchino, Mauro Díaz, Manuel Lanzini y Matías Abelairas. Por su parte, Matías Almeyda, si finalmente juega, es una opción tanto para la línea de atrás como para la de los volantes. Asimismo, Diego Buonanotte y Ariel Ortega son lo propio para el puesto de mediocampista ofensivo o, directamente, para ocupar un lugar en la delantera. Los otros candidatos a ser los atacantes son Pavone, Caruso y Rogelio Funes Mori.
La elección de Cappa como entrenador fue una apuesta fuerte de Daniel Passarella, puesto que toda la parcialidad de la institución pedía por Ramón Díaz; tiempo atrás, Carlos Babington, ante un panorama similar pero en Huracán, optó por este director técnico y no sólo el club se salvó del descenso sino que además casi sale campeón.
¿Podrá River, entonces, mantener la categoría? Por su parte, este servidor teme que estamos ante el campeonato que quedará en la historia como ese en el que descendió River, puesto que considera que el plantel conformado no podrá con el desafío que tiene delante. Lo único que lo hace dudar sobre lo certera de su presunción es, justamente, la decisión de Passarrella de confiarle el equipo a Cappa, que ya demostró que donde todos ven poco tal vez haya mucho. De todos modos, a pesar del pronóstico hecho, el deseo de quien escribe es que River se quede en Primera por dos motivos: por un lado, por una simpatía histórica por la camiseta, motivada por Ariel Ortega, Pablo Aimar, Javier Saviola, Enzo Francescoli y tantos otros grandes jugadores que la vistieron, y, por otra parte, por una admiración profunda y antigua por Cappa. Ojalá, entonces, que el resultado que se intuye aquí sea errado y River continúe en la categoría más alta de nuestro fútbol, como de costumbre, como siempre.
2 comentarios:
De lo que no se mejor no hablo(?)
No es restarle méritos a Angelito, pero aquel Huracán tenía buenos jugadores. Lo que no sé es si antes del campeonato se decía eso, o si fue Cappa el que vio mucho donde los demás veían poco y luego del tiki tiki los nombres salieron a la luz.
Ahora, a priori parece que el plantel de River no es de gran nivel.
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