jueves, 12 de agosto de 2010

Cien años de amor

La profesora de literatura Sandra Sayago piensa que Gabriel García Márquez es un escritor de una sola buena obra; se refiere a "Cien años de soledad". Yo, que hasta hace poco de él sólo había leído la mitad de "Doce cuentos peregrinos", que abandoné porque no me gustaba, supuse que tenía razón: todo el mundo habla maravillas de esa novela. Sin embargo, recientemente le di otra posibilidad al autor colombiano, con "El amor en los tiempos de cólera" y, ya antes de finalizar la lectura, cambié de opinión: si es cierto que "Cien años de soledad" es un gran libro, cosa que espero verificar pronto, entonces García Márquez es un escritor no de una sola buena obra sino de dos.

"El amor en los tiempos de cólera" principia relatando los últimos días del honorable doctor Juvenal Urbino, junto a su esposa Fermina Daza; cuando él muere, comienza la verdadera historia de amor de la novela: al funeral asiste otro anciano, Florentino Ariza, y, en ese mismo momento, con la viuda llorando por su fallecido marido, éste le declara que la sigue amando con la misma pasión de hace más de cincuenta años. De ahí en más, la novela va hacia atrás en el tiempo y muestra cómo nació ese amor y por qué no murió jamás incluso aunque nunca se haya concretado y haya quedado atrás hace más de medio siglo; asimismo, en esta historia, su protagonista varón, Ariza, se erige acaso como el enamorado más grande de la literatura toda.

A continuación, se transcribe un fragmento de la obra, que ocurre cuando Florentino Ariza, de adolescente, recibe la orden de la entonces joven Fermina Daza de que no regrese más por ella hasta que se lo indique y, él, busca consuelo y cuidado en su madre, Tránsito Ariza. Es un pasaje para recordar porque, justamente, señala lo bello de ciertos dolores que aunque lastimeros casi mortales, cuando quedan en el olvido se los añora, se los extraña, se los llora por pasados e irrecuperables.

La ansiedad se le complicó con cagantinas y vómitos verdes, perdió el sentido de la orientación y sufría desmayos repentinos, y su madre se aterrorizó porque su estado no se parecía a los desórdenes del amor sino a los estragos del cólera. El padrino de Florentino Ariza, un anciano homeópata que había sido el confidente de Tránsito Ariza desde sus tiempos de amante escondida, se alarmó también a primera vista con el estado del enfermo, porque tenía el pulso tenue, la respiración arenosa y los sudores pálidos de los moribundos. Pero el examen le reveló que no tenía fiebre, ni dolor en ninguna parte, y lo único concreto que sentía era una necesidad urgente de morir. Le bastó con un interrogatorio insidioso, primero a él y después a la madre, para comprobar una vez más que los síntomas del amor son los mismos del cólera. Prescribió infusiones de flores de tilo para entretener los nervios y sugirió un cambio de aires para buscar el consuelo en la distancia, pero lo que anhelaba Florentino Ariza era todo lo contrario: gozar de su martirio.
Tránsito Ariza era una cuarentona libre con un instinto de felicidad malogrado por la pobreza, y se complacía de los sufrimientos del hijo como si fueran suyos. Le había beber las infusiones cuando lo sentía delirar y lo arropaba con mantas de lana para engañar a los escalofríos, pero al mismo tiempo le daba ánimos para que se solazara en su postración.
-Aprovecha ahora que eres joven para sufrir todo lo que puedas-le decía-, que estas cosas no duran toda la vida.

6 comentarios:

Pichi dijo...

Mirate la peli Patrick! Enorme actuación de Javier Bardem como Ariza.

kika dijo...

yo pienso más o menos como esa profesora..después que leas 100 años sacarás tus propias conclusiones. y además: son gustos!

le dejo regalo, por el título pensé q podía interesar..(nada que ver con el post eh?)
salút! :)

http://blogs.rtve.es/cuandoloselefantes/2010/6/23/musica-y-futbol

Kluivert dijo...

Muchas gracias, Kika. Y, hablando de música y fútbol, nada como esto: http://www.youtube.com/watch?v=HjLsfP8qDxo

kika dijo...

Gracias!!!
me encanta ese documental ( y si, yo vi ese gol por tele en directo, no me olvido más).
pucha, que lindo llegar a casa reventada y tener a manu en vivo :)
beso Klui!

Vicky dijo...

Para nada de acuerdo con esa profesora.

Murdock dijo...

Cien años de soledad me pareció una gran novela, tiene momentos que son atrapantes.

También leí "El coronel no tiene quien le escriba", una novela corta del colombiano que está bien.

Después no leí más nada del cafetero escritor. Tengo el Otoño del PAtriarca para leer pero no encontré el momento propicio para arrancar, lo que no me cabio de García Márquez es su odio hacia los argentinos, me parece una pelotudez que atenta contra su inteligencia. Igual no viene al caso pero lo quería decir.