viernes, 27 de agosto de 2010

Cómo recuperar la fe en el bien

Después de estoicos días de hacer sólo lo que hay que hacer, de hacer siempre lo correcto, lo bueno, aquello que aconsejaría el padre más justo, eso que estaría escrito en el libro que todos considerarían el camino de lo noble, se agotan, se acaban, se esfuman resignadamente las energías para continuar por ese sendero, así como así, repentinamente. Y, entonces, hay sólo una manera de retomar la fe en aquel trayecto: cometer la peor de las acciones, el más malo de los crímenes; bajar del cielo de la luz y descender al infierno de la oscuridad; alejarse por completo del bien, hasta identificarse con el más cruel de los rufianes. Y ahí abajo, entre angustia y desconsuelo, llanto y soledad; ahí abajo, sin cura confesor alguno, con un arrepentimiento que carcome y destruye el alma traicionada, se recupera la creencia del valor de hacer sólo lo que hay que hacer, de hacer siempre lo correcto, lo bueno, aquello que aconsejaría el padre más justo, eso que estaría escrito en el libro que todos considerarían el camino de lo noble.

1 comentario:

Pichi dijo...

Cuanto entiendo a lo que te referís. Esa actitud es la que define la locura, nuestra locura, que se ejecuta en pos "de hacer sólo lo que hay que hacer, de hacer siempre lo correcto, lo bueno, aquello que aconsejaría el padre más justo, eso que estaría escrito en el libro que todos considerarían el camino de lo noble."

Excelente amigo.